sábado, 4 de febrero de 2017

Librería Cristiana Reformada en Amazon Kindle

Librería Reformada en Amazon-Kindle
Muchos creyentes han dejado de comprar libros físicos porque el costo es bastante alto, por tal razón, algunos acuden a métodos anti-cristianos para obtenerlos: fotocopiarlos, escanearlos o descargarlos de páginas webs donde los han subido sin el debido permiso de sus autores o editoriales.
Ahora Amazon ha dispuesto una plataforma donde de manera legal se pueden adquirir todos los libros que uno desee, sin pagar mucho dinero. 
Usted puede comprar a precios muy bajos libros para leer digitalmente. Los libros en papel cada vez se venden menos en las naciones industrializadas, y, este parece ser el rumbo que tomará este segmento.
Lastimosamente la mayoría de los libros de teología reformada que se consiguen en Kindle están escritos en inglés. Pero ahora la situación está cambiando. A continuación le presentamos un largo listado de libros reformados que se pueden adquirir en Amazon Kindle en el idioma español a precios muy económicos.
Al dar clic en el enlace de cada libro usted puede ver una descripción completa.

1. El Espíritu Santo: Su persona y su obra. Por Arthur Pink.


2. Dignidad bíblica de la mujer: Su carácter. Por Julio C. Benítez


3. Los dones del Espíritu Santo: Cuáles son, su uso y vigencia. Por Julio C. Benítez


4. La Ley de Dios y el creyente: ¿Tienen alguna relación? Por Arthur Pink


5. Orando conforme a la voluntad de Dios: Las oraciones en la Biblia. Por Julio C. Benítez


6. El castigo eterno: La realidad bíblica del infierno. Por Arthur Pink


7. Jesús nuestro Sumo Pontífice: Un estudio de la carta a los Hebreos. Por Arthur Pink y Julio C. Benítez


8. La sanidad divina: ¿Es escritural? Por Arthur Pink


9. La victoria de la fe perseverante: Un estudio de Hebreos 11. Por Arthur Pink y Julio C. Benítez


10. Seguid la santidad… sin la cual nadie verá al Señor. Por Thomas Brooks y Julio C. Benítez


11. El Día del Señor: Gloria Celebración. Un estudio del domingo como día de reposo. Por Julio C. Benítez


12. El Ministerio profético y el don de la profecía en la Biblia. Por Julio C. Benítez


13. Efesios: Las riquezas de Su gracia. Por Julio C. Benítez


14. Construyendo iglesias bíblicas locales: manual de eclesiología. Por Julio C. Benítez


15. Historia de las iglesias bautistas reformadas. Por Sugel Michelén y Julio C. Benítez


16. Cómo moldear el carácter de nuestro niños. Primera parte. Por Sugel Michelén


17. La Disciplina del amor de Dios: la disciplina de la fe. Por Julio C. Benítez y Arthur Pink


18. El Conflicto Espiritual: ¿Cómo es la guerra espiritual según la Biblia? Por Julio C. Benítez


19. Cómo detectar a los falsos profetas: Un estudio de la carta de Judas. Por Julio C. Benítez


20. Matrimonios bíblicos: Construyendo matrimonios saludables: La indisolubilidad del matrimonio. Por Julio C. Benítez

Para adquirir el libro o ver su información de clic AQUÍ



21. Enfrentando la inmoralidad sexual dentro del matrimonio. Por Julio C. Benítez

22. La excelencia del matrimonio. Por Arthur Pink

Adquiera este libro o vea la información del mismo dando clic AQUÍ



23. La gloria Divina de Jesús: Comentario expositivo del Evangelio de Juan. Vol. 1. Por Julio C. Benítez

24. Cómo moldear el carácter de nuestro niños. Segunda parte. Por Sugel Michelén


25. La gloria Divina de Jesús: Comentario expositivo del Evangelio de Juan. Vol. 1. Por Julio C. Benítez

26. Conflictos matrimoniales: soluciones bíblicas. Por Julio C. Benítez

Adquiera este libro o vea la información del mismo dando clic AQUÍ

27. 



martes, 14 de abril de 2009

Ejemplos bíblicos de siembras económicas para recibir milagros

Ejemplo bíblico de una persona que quería “sembrar” dinero para recibir a cambio una “bendición” y ejemplo bíblico de un pastor que recibió una “siembra” de alguien que había sido sanado de una penosa enfermedad.
“Apreciados amigos, soy el profeta Carlos Manrique[1] y tengo una palabra profética para todos los oyentes. Tengo una bendición profética para aquellas primeras cincuenta personas que llamen a la emisora y “siembren” una buena cantidad de dinero. Estas cincuenta personas que siembren en la emisora recibirán un milagro poderoso de parte de Dios en estos días. No importa la enfermedad o el problema, el Señor hará el milagro que están esperando”.
Estas son las palabras de un “profeta” brasilero que visitaba una ciudad de la costa atlántica colombiana y trataba de “bendecir” a los incautos oyentes con una supuesta profecía.
Decenas de personas se comunicaron con la emisora y “prometieron su siembra económica” esperanzados en recibir el “milagro” que deseaban.
Esta escena se repite día a día en Colombia y el resto de naciones latinoamericanas. Es una práctica constante y abundante en numerosas iglesias, ministerios o instituciones que se hacen llamar cristianas.
Pero ¿Qué dice la Biblia al respecto? ¿Es verdad que los “profetas” bíblicos podían prometer a todas las personas que les dieran dinero: la sanidad o un milagro en particular? ¿Podía un profeta bíblico pedir dinero para su ministerio a cambio de hacer milagros? ¿Autoriza el Señor en las Sagradas Escrituras a los pastores y líderes a pedir dinero (“siembra”) a los creyentes e incrédulos para que así puedan recibir bendiciones materiales o de otra índole?
Antes de responder estas preguntas me gustaría analizar dos casos presentados en la biblia respecto a la práctica de lo que hoy día muchas personas llaman “la siembra”. Un caso trata de un “creyente” que desea sembrar dinero en un apóstol para recibir una “bendición” y otro caso de un líder (algo así como un copastor) que recibe dinero o “siembra” de una persona que ha sido beneficiada por un verdadero milagro de sanidad.
El primer caso. En la ciudad de Samaria están sucediendo cosas maravillosas. Felipe, a causa de una fuerte persecución en Jerusalén, había descendido a esta ciudad y predicaba con denuedo el Evangelio. Mucha gente acudía a escucharlo. Algunos enfermos y personas poseídas por espíritus inmundos eran sanados por el poder del Espíritu Santo que obraba a través de Felipe. Los habitantes de la ciudad estaban gozosos al escuchar la predicación del reino de Dios que ha llegado a ellos a través de la predicación cristiana.
Muchas personas llegaron a los pies de Cristo, entre ellos un hombre dedicado a la magia, es decir, al engaño. La Biblia dice que engañaba a la gente haciéndose pasar por algún grande. Había aprendido ciertos trucos y con esto explotaba a la gente.
Pero Simón, el mago, creyó en Cristo. No solo creyó sino que fue bautizado y hecho miembro activo de la Iglesia naciente en Samaria.
Al poco tiempo de esta predicación abundante en Samaria, llegaron varios apóstoles desde Jerusalén con el fin de confirmar la fe de los nuevos creyentes y verificar lo que el Señor estaba haciendo en esta ciudad.
Los hermanos Pedro y Juan llegaron y estuvieron algún tiempo con los creyentes, orando por ellos e imponiendo las manos para que recibieran el don del Espíritu Santo, pues, solo habían sido bautizados en el nombre de Jesús. Cuando estos verdaderos apóstoles oraban por los nuevos creyentes, ellos recibían el don del Espíritu Santo.
Cuando Simón, el mago convertido al cristianismo, vio que los apóstoles oraban por los creyentes y recibían el Espíritu Santo, su corazón se llenó de un sincero deseo por tener ese mismo poder, como diríamos en el lenguaje de los modernos “apóstoles” o “profetas”, Simón quería recibir la misma “unción” para él también impartir el Espíritu Santo. Él quería esta bendición y, de la misma manera que los falsos predicadores de hoy día, pensaba que era necesario dar una siembra económica para que el Señor tuviera a bien concederle esta “unción” o “bendición”.
Así que Simón se arma de valor y llega donde Pedro y Juan a llevarle o proponerle la “siembra económica”, él les dice “Dadme a mí también este poder, para que cualquiera a quien yo impusiere las manos reciba el Espíritu Santo”. Pero antes de decir esto, Simón ha prometido la “siembra” al ministerio apostólico de Pedro y Juan. Él les ofreció dinero. Así como hacen miles de personas incautas en Latinoamérica. Ellos esperan a que llegue un supuesto “apóstol” o “ungido” y entonces le llevan grandes donaciones de dinero con el fin de recibir la bendición especial que desean. Esto es a lo que ellos llaman “siembra”. Pero escuchen cuál fue la respuesta de un VERDADERO APÓSTOL de Cristo ante la propuesta de una siembra: “Tú dinero perezca contigo, porque has pensado que el don de Dios se obtiene con dinero.” Hechos 8:20
Esa será la respuesta que muchos escucharán en el gran día del juicio, muchos serán declarados malditos y lanzados al infierno, porque no buscaron al Señor con los propósitos correctos, sino que estaban interesados en disfrutar de los asuntos materiales de este mundo comprando las bendiciones de Dios a través de las famosas y engañosas “siembras”.
Un verdadero apóstol no solo se abstiene de recibir dinero de aquellos que pretenden “sembrar” en Dios para recibir un milagro, sino que no promueve esto. Pero lo que encontramos hoy en los falsos apóstoles modernos es que no solo están dispuestos a recibir dinero de gente incauta sino que PROMUEVEN el que las personas les den dinero a cambio de recibir un milagro.
Pero escuchen lo que les pasará a esos falsos pastores, falsos maestros, falsos apóstoles, falsos profetas que andan por todas partes robando a gente incauta a cambio de ofrecerles milagros o bendiciones, y aquí pasamos al segundo caso, al caso de un “copastor” que decidió recibir el dinero que ofreció una persona beneficiada por un verdadero milagro:
Resulta que un general del ejército de Siria estaba enfermo, con lepra. Su situación era terrible. Pero un día, por la gracia del Señor, una sirvienta Israelita le comenta a la esposa de este general que en Israel hay un profeta del Señor, el cual puede orar por Naamán, el general sirio, y su enfermedad puede sanar. Con esta voz de esperanza el general sale, con toda la pompa de un alto oficial de este imperio, y llega hasta la humilde morada del profeta del Señor, en búsqueda del milagro. El profeta del Señor no sale a recibir a este importante general, sino que manda a un mensajero a decirle que se lave siete veces en el río Jordán. El general se sintió desatendido, él pensaba que este profeta iba a salir a recibirle y darle los reconocimientos que merecía su dignidad militar, pero no fue así. Tan distinto como hacen los modernos “profetas” quienes no escatiman esfuerzo alguno para dar reverencia a cualquier dignidad política que visite sus templos, y a pesar de que sean políticos incrédulos los suben al púlpito y los ungen como siervos del Señor. Tenemos tanto que aprender de las Sagradas Escrituras.
Lo cierto es que este general, a pesar de sentirse ofendido por la actitud del profeta, termina obedeciendo y se zambulle en el río, quedando completamente sano de su enfermedad. Ha recibido una gran bendición.
Lo interesante de la historia, que quiero analizar en este escrito, es lo que sigue. El general se siente agradecido con el Señor por este verdadero milagro y decide “sembrar” en el profeta ciertos presentes, a lo mejor joyas y bienes materiales. Es como una muestra de gratitud por el favor recibido. Pero el profeta decide rechazar la “siembra” del general. El verdadero profeta sabe que todo lo ha recibido de gracia y de gracia debe darlo. (Mateo 10:8). Así que NUNCA recibirá dinero o bienes por los milagros que el Señor quiera hacer a través de ellos.
Algunos modernos y falsos profetas, no solo reciben dinero o bienes de aquellas personas que supuestamente han recibido un milagro, sino que motivan a la gente a darles dinero por futuros milagros que puedan recibir.
El general insistió en dar su “siembra” al profeta, pero este la rechazó. Así que el general se fue para su país.
Pero un ayudante del profeta, llamémoslo su “copastor”, pensó en su corazón “¿Cómo es posible que el profeta rechace esta bendición que el Señor nos manda? Nuestro ministerio necesita crecer, necesitamos una mejor casa en vez de esta humilde morada en la que estamos, ¿Cómo podemos rechazar la gran bendición económica que el Señor nos manda?”, así que este copastor decide alcanzar al general y recibir de él la “siembra”. Giezzi, el ayudante del profeta, alcanza a Naamán y este le da grandes regalos materiales para el ministerio profético.
Una vez que el copastor regresa donde el profeta, éste es reconvenido por el siervo del Señor a causa de lo que ha hecho y el profeta le dice, así como nos dice a todos los cristianos de este siglo y le dice a todos los falsos “apóstoles, profetas, pastores y maestros” que han convertido la fe cristiana en un mercado negro: “¿Es tiempo de tomar plata, y de tomar vestidos, olivares, viñas, ovejas, bueyes, siervos y siervas (podríamos agregar: autos lujosos, casas costosas, vida suntuosa…)?” 2 Reyes 5:27 “Por tanto, la lepra de Naamán se te pegará a ti y a tu descendencia para siempre” (Vs. 27)
Esta es la condenación para los que estafan al pueblo, a las ovejas hambrientas: su corazón se llenará cada día de la lepra del pecado y se hundirán más y más en su hambre materialista y, así como Demas, abandonan la verdadera fe amando más a este mundo y las cosas materiales que están en él (Lea 2 Timoteo 4:10).
Apreciado hermano, ten cuidado de los falsos ministros que pululan por todas partes hoy día. Si un ministerio o pastor o “profeta” o “apóstol” está pidiendo siembras económicas para que tú recibas milagros, o está recibiendo siembras económicas de aquellos que han recibido milagros, no les creas, tenles por falsos. No tengas temor de sus maldiciones, no temas juzgar sus doctrinas y prácticas, pues la Biblia te autoriza a hacerlo. Jesús felicitó a la Iglesia de Éfeso por probar, juzgar, a los que en esa época se decían ser apóstoles. Los sometieron a prueba, verificaron que su doctrina y práctica fuera como la de los verdaderos apóstoles nombrados por Cristo, y los hallaron falsos, mentirosos. (Lea Apoc. 2:2). No tengas miedo de juzgar sus doctrinas y prácticas, nada te va a pasar, más, si no lo haces, si te pueden pasar muchas cosas:
- Ser engañado, estafado
- Ser alimentado en tu codicia por las palabras lisonjeras y engañosas de estos hombres que no son más que mercaderes de la fe, como dice Pedro: “Pero hubo también falsos profetas entre el pueblo, como habrá entre vosotros falsos maestros, que introducirán encubiertamente herejías destructoras…, Y muchos seguirán sus disoluciones, por causa de los cuales el camino de la verdad será blasfemado, y por avaricia harán mercadería de vosotros (los creyentes) con palabras fingidas. Sobre los tales ya de largo tiempo la condenación no se tarda, y su perdición no se duerme” 2 Pedro 2:1-3
- Ser maldecido por Dios. Recuerda las palabras de Pedro a Simón, el que quería sembrar en el ministerio apostólico para recibir una bendición: “Tu dinero perezca contigo, porque has pensado que el don de Dios se obtiene con dinero” Hechos 8:20 o recuerda lo que le pasó a Giezzi, el siervo del profeta, murió leproso.
- O lo peor que puede pasar, es que tu alma sea condenada eternamente en el infierno. Los falsos profetas, que casi siempre hablan con palabras dulces, halagadoras, de paz y prosperidad, no están interesados en la salvación eterna de las personas, no les interesa el alma, solo están interesados en satisfacer sus vientres y vivir cómodamente. (por favor, lee el ensayo que escribí sobre los profetas y la profecía en la Biblia el cual me lo puedes solicitar por email jcbbenitez@hotmail.com)
Apreciado hermano en la fe, las iglesias cristianas históricas, desde el primer siglo, hasta este siglo, nunca ha practicado lo de la siembra para recibir milagros o bendiciones. Esto es algo nuevo, de este siglo materialista. Forma parte de la mercadería de la fe. El Señor obra milagros como él quiere, cuando él quiera y sin cobrar un solo peso.
Los creyentes somos llamados a ofrendar con alegría para el sostenimiento de la obra y en especial para ayudar a los creyentes pobres (Lea 2 Corintios capítulos 8 y 9), pero nunca se nos pide ofrendar para recibir milagros. Esto es una herejía y forma parte de los engaños de los tiempos finales.
No dejes que tu corazón se llene de avaricia escuchando las falacias que predican estos falsos “profetas”, que tu corazón no se encuentre como el de Simón “porque en hiel de amargura y en prisión de maldad veo que estás” Hechos 8:23.
Si has practicado la siembra para recibir milagros, haz lo que Pedro le dijo a Simón: “Arrepiéntete, pues, de esta tu maldad, y ruega a Dios, si quizá sea perdonado el pensamiento de tu corazón.” Hechos 8:22
Ora como hizo Simón: “Rogad vosotros por mí al Señor, para que nada de esto que habéis dicho venga sobre mí” Hechos 8:24
Evita escuchar las falsas predicaciones de estos modernos “apóstoles o profetas” que piden siembras de dinero para que ustedes reciban milagros, evítalos como se evita a una plaga. No escuches emisoras “cristianas” de radio o televisión donde sus predicaciones están centradas en el dinero, y en los milagros a cambio de siembras.
Busca iglesias cristianas donde aún se predique el evangelio de una manera pura, fiel a lo que los verdaderos y únicos apóstoles del cordero predicaron y enseñaron. No te dejes engañar por los vividores de la religión. No temas sus amenazas, nada pueden hacer contra ti. Así como Dios no escuchó las maldiciones que lanzó el falso profeta Balaam sobre el pueblo de Israel, de la misma manera Dios no escuchará las maldiciones que lanzan estos falsos “profetas o pastores” sobre aquellos verdaderos creyentes que abandonan sus nefastas filas.
Estamos para ayudarles a salir de este terrible engaño.
El Señor les ayude.
Julio C. Benítez
Fundación Instituto Bíblico Reformado de Colombia
Director General

jcbbenitez@hotmail.com
http://www.ibrcvirtual.org/
http://www.caractercristiano.org/
Nota: Ustedes pueden imprimir, copiar o transmitir este escrito, siempre y cuando no se le hagan modificaciones, no se venda y se den los reconocimientos respectivos.
[1] Nombre ficticio

jueves, 20 de noviembre de 2008

cultura mafiosa Vs ética del trabajo: Una perspectiva bíblica

Cultura mafiosa Vs ética del trabajo: Una respuesta bíblica al caso de las pirámides (captadoras ilegales de dinero)


La vorágine que se vive actualmente en Colombia, resultado de la caída estrepitosa de las empresas captadoras de dinero, denominadas “pirámides”, ha dejado al descubierto que seguimos siendo un país que ama las ganancias fáciles, no importando “si vienen de parte de Dios o del diablo” como expresara un gran amigo.

Todavía la ingenuidad hace presa de nosotros, y somos peores ciegos que aquel que, a pesar de estar viendo las evidencias de las cosas, se resiste a verlas y creerlas.

Es difícil aceptar que a comienzos del siglo XXI, luego de tantos siglos de desarrollo científico, social, tecnológico, desarrollo filosófico, entre otros, todavía existan personas que creen ciegamente en varitas mágicas, duendes y hadas madrinas.

Colombia, y muchos países latinos, aún siguen viviendo en la oscuridad fantasiosa de la era más ignorante de antiguas épocas pre-científicas.

Viendo las reacciones de las gentes vinculadas a estas “pirámides”, a través de las cuales defienden las actividades comerciales de estas empresas captadoras de dinero por fuera del sistema financiero autorizado por el estado, me hace recordar la pasión con que mucha gente en Medellín defendía y apreciaba los beneficios recibidos a través de Pablo Escobar y otros narcotraficantes. Muchas personas se beneficiaron de su dinero. La gente lo amaba, y algunos hasta pensaban que sería bueno tener un presidente como él.

En estos casos, el buen juicio de la gente es nublado y enceguecido por los beneficios recibidos. La filosofía pragmática en la aplicación más burda. Esta es la ejecución deplorable del principio “el fin justifica los medios”.

¿Dónde quedan los principios éticos cuando una persona piensa que es aceptable y justo recibir dineros o beneficios materiales de personas o instituciones que acumulan riquezas desarrollando actividades ilícitas, destructivas y malvadas como el narcotráfico o, en el caso de las pirámides, de la explotación miserable de incautos?

¿Dónde están los principios éticos de mi pueblo colombiano cuando, sin importar los medios, desean recibir riquezas materiales y prosperidad a costa del sufrimiento de otros? Pues, las pirámides, para dar una rentabilidad tan alta (del 50% al 150%), debe ser con dineros del narcotráfico o de otras actividades ilegales, y el dinero que reciben los narcotraficantes es producto de destruir millones de vidas de jóvenes en todo el mundo. Es decir, es un dinero manchado, enlodado de sangre. Es un dinero que emana putrefacción.

Pero, ¿Porqué muchas personas, de todos los estratos sociales y académicos, incluso “ministros cristianos” y gente que se considera miembros activos de iglesias cristianas caen en esta clase de actividades ilegítimas, dañinas y destructoras de todo principio moral?

Creo que las Sagradas Escrituras nos pueden dar unas pistas, para entender esta clase de conducta mafiosa:


Descripción bíblica de la “cultura mafiosa”

El apóstol Pablo advierte a su discípulo Timoteo del peligro que acarrea, para el buen juicio y los principios éticos, la codicia o el amor hacia el dinero o hacia las riquezas: “porque raíz de todos los males es el amor al dinero, el cual codiciando algunos, se extraviaron de la fe, y fueron traspasados de muchos dolores.” 1 Timoteo 6:10

El predicador, conociendo la sed insaciable y peligrosa del amor a las riquezas dijo: “El que ama el dinero, no se saciará de dinero; y el que ama el mucho tener, no sacará fruto. También esto es vanidad.”

La mayor prosperidad que un hombre puede desear es la sabiduría, la cual, por cierto, no es la que abunda entre los colombianos y los que nos llamamos cristianos. “Y le dijo Dios: Porque has demandado esto (sabiduría), y no pediste para ti muchos días, ni pediste para ti riquezas, sino que demandaste para ti inteligencia para oír juicio he aquí lo he hecho conforme a tus palabras” 1 Reyes 3:11

La sabiduría de vida, el carácter cristiano, la honestidad, la justicia, la verdad, la paz, son valores que sobrepasan a todo bien material. La sabiduría dice: “Las riquezas y la honra están conmigo, riquezas duraderas y justicia. Mejor es mi fruto que el oro y mi rédito mejor que la plata escogida” Proverbios 8:18-19

Las riquezas que se obtienen de manera ilegal, no podrán ayudar a defender a las personas cuando se enfrenten con la justicia: “No aprovecharán las riquezas en el día de la ira; más la justicia librará de muerte” Proverbios 11:4

Depender o confiar en las riquezas, de manera que acudamos a medios ilegítimos para recibir bienes materiales conducirá a la ruina, más lo que aman la justicia, los valores, la verdad, permanecerán y continuarán. “el que confía en sus riquezas caerá, más los justos reverdecerán como ramas” Proverbios 11:28

El medio correcto y legal para ganar dinero y aumentar los bienes es el del trabajo esforzado. Si una empresa o persona le promete aumentar sus riquezas a través de medios diferentes al trabajo como: los juegos de azar, las pirámides, la suerte, el dar dinero a un líder religioso que le promete una devolución milagrosa con ganancias del 100% o el 1000%, usted debe rechazar esas propuestas, pues, las Sagradas Escrituras nos dicen: “las riquezas de vanidad disminuirán, pero el que recoge con mano laboriosa las aumenta” Proverbios 13:11

Muchos colombianos tendrán que pasar determinado tiempo padeciendo necesidades debido a la escasez que les vendrá por haber puesto su confianza en las jugosas ganancias que les prometía un sistema sospechoso e ilegal, mientras que otros colombianos, aunque no tengan mucho, tendrán sus corazones llenos de tranquilidad y disfrutarán lo poco, porque actuaron con sabiduría. “las riquezas de los sabios son su corona, pero la insensatez de los necios es su infatuación” Proverbios 14:24

Cuando los hombres se apresuran a enriquecerse, caen en la tentación de violar las leyes y los principios éticos, lo cual, tarde o temprano, acarreará para ellos la persecución de la justicia, y manchar el buen nombre. Algunos hombres prefieren riquezas a tener una buena reputación, pero el consejo de Dios es: “de más estima es el buen nombre que las muchas riquezas, y la buena fama más que la plata y el oro”. Proverbios 22:1

Cuando los hombres aman más las cosas materiales y las riquezas de esta tierra, se olvidan que ellas son pasajeras, y sus disfrutes efímeros, pero hay riquezas mas duraderas que bendicen al que las posee: “¿Has de poner tus ojos en las riquezas, siendo ningunas? Porque se harán alas como alas de águila y volarán al cielo.” Proverbios 23:5

De muchas angustias y dolores seríamos librados si seguimos el ejemplo del escritor sagrado cuando oró al Señor: “Vanidad y palabra mentirosa aparta de mí, no me des pobrezas ni riquezas; mantenme del pan necesario” Proverbios 30:8

Todos los cristianos de Colombia estamos protegidos de caer en engaños como las pirámides, los charlatanes religiosos que saquean a los incautos, la tentación del narcotráfico, o la usura, porque el Señor Jesús fue muy enfático respecto al amar o desear las riquezas, cuando dijo: “ninguno puede servir a dos señores, porque o aborrecerá al uno y amará al otro, o estimará al uno y menospreciará al otro. No podéis servir a Dios y a las riquezas” Mateo 6:24

Jesús dijo que algunas personas conocerán el evangelio y, por un tiempo se identificarán como cristianos, pero luego, el afán de las riquezas hará que tuerzan su rumbo y se apartarán de la fe: “el que fue sembrado entre espinos, éste es el que oye la Palabra, pero al afán de este siglo y el engaño de las riquezas ahogan la palabra y se hace infructuosa” Mateo 13:22

Aunque muchos personajes bíblicos fueron enriquecidos por el Señor y llegaron a tener muchas propiedades, las riquezas jamás se apoderaron del corazón de estos hombres, ellos vivían como si no tuvieran nada material en este mundo, y su máximo placer estaba en agradar al Señor obedeciendo sus preceptos y esperando en su misericordia, esto dijo uno de los cristianos mas ricos que ha existido: “si me alegré de que mis riquezas se multiplicasen y de que mi mano hallase mucho, esto también sería maldad juzgada: porque habría negado al Dios Soberano.” Job 31: 25, 28

Para aquellos que desean y quieren beneficiarse de las riquezas de los malos hombres que acumulan bienes a través de medios injustos, la Biblia les dice: “mejor es lo poco del justo, que las riquezas de muchos pecadores” Proverbios 37:16.

Ya hemos visto el final de los hombres que acumulan riquezas injustas, no obstante, somos tan tozudos que queremos seguir su camino de destrucción: “Ciertamente como una sombra es el hombre; ciertamente en vano se afana, amontona riquezas y no sabe quién las recogerá” Salmo 37:16 “Por tanto Dios te destruirá para siempre, te asolará y te arrancará de su morada y te desarraigará de la tierra de los vivientes. Verán los justos y temerán; se reirán de él diciendo: he aquí el hombre que no puso a Dios por su fortaleza, sino que confió en la multitud de sus riquezas y se mantuvo en su maldad” Salmo 52:5-7

El afán de enriquecerse conlleva a la usura, la rapiña, el aprovecharse de los demás, el engañar, por eso tenemos la advertencia: “No confíes en la violencia, ni en la rapiña, no os envanezcáis, si se aumentan las riquezas, no pongáis el corazón en ella” Salmo 62:10

Cuando seamos asediados o tentados por participar de actividades ilegales de ganancia de dinero, debemos seguir el consejo del proverbista: “Si dijeren: ven con nosotros: hallaremos riquezas de toda clase, llenaremos nuestras casas de lo que quitemos a otros, hijo mío no andes en camino con ellos, aparta tu pie de sus veredas, porque sus pies corren hacia el mal” Proverbios 1:11-16


Los cristianos colombianos no debieron ser engañados por las pirámides porque nuestro Soberano Señor y Salvador nos advirtió respecto a la avaricia: “Y les dijo: Mirad, y guardaos de toda avaricia; porque la vida del hombre no consiste en la abundancia de los bienes que posee” Lucas 12:15

Los cristianos jamás debiéramos caer en las redes del dinero fácil, llámese como se llame, porque somos llamados a vivir contentos con lo que tenemos. No importa el nombre que le quieran dar al sistema ilegítimo de obtener ganancias abundantes, toda codicia, todo deseo de tener más y más conlleva al dolor, a ser víctima del engaño que puede provenir del mundo o de charlatanes religiosos, escucha las advertencias del inspirado apóstol Pablo: “Pero gran ganancia es la piedad acompañada de contentamiento; porque nada hemos traído a este mundo, y sin duda nada podremos sacar. Así que, teniendo sustento y abrigo, estemos contentos con esto. Porque los que quieren enriquecerse caen en tentación y lazo, y en muchas codicias necias y dañosas, que hunden a los hombres en destrucción y perdición, porque raíz de todos los males es el amor al dinero, el cual codiciando algunos, se extraviaron de la fe, y fueron traspasados de muchos dolores”. 1 Timoteo 6:5-10

Los cristianos debiéramos estar curados de las costumbres mafiosas, del deseo de recibir dinero fácil, sin trabajar, pues, el Espíritu Santo también nos dice que la vida cristiana se caracteriza por la confianza en el Señor, por la dependencia de su bendición y cuidado. “Sean vuestras costumbres sin avaricia, contentos con lo que tenéis ahora; porque él dijo: no te desampararé, ni te dejaré. De manera que podemos decir confiadamente: El Señor es mi ayudador; no temeré lo que me pueda hacer el hombre”. Hebreos 13:5-6

En la época de los apóstoles de Cristo algunos hombre deseaban tener el poder de Dios que les permitiera hacer milagros con el fin de obtener ganancias materiales, pero el apóstol Pedro deja ver que el reino de Cristo es diferente al reino del mundo, Dios da sus bondades o beneficios solo por su misericordia, pero nunca a cambio de dinero. Es comparable con la mafia el aprovecharse de las necesidades espirituales de la gente para sacarles su dinero y vivir cómodamente de la ingenuidad del “bobo”. Las palabras de los verdaderos apóstoles, frente a estos mercaderes de la fe que aprovechan la ingenuidad de los incautos para explotarlos económicamente despertándoles la codicia son: “Tu dinero perezca contigo, porque has pensado que el don de Dios se obtiene con dinero” Hechos 8:18-20

Ética del trabajo a la luz de la Biblia.

La forma como Dios ha establecido que los hombres obtengan su sustento y la prosperidad material es a través del trabajo. Dios mismo nos dio ejemplo de esto cuando hizo la creación. Él trabajó durante seis días para hacer todo lo que existe, y al séptimo, solo un día, descansó. Por eso Dios ordena a todos los hombres que trabajen seis días a la semana: “Seis días trabajarás y harás toda tu obra”. Éxodo 20:9

El Señor Jesús, siendo Dios encarnado, no se aprovechó de su divinidad para hacer lo que debía hacer usando métodos alternos al trabajo. No. Al igual que el padre tenía una ética del trabajo correcta. Él sabía que la manera establecida por Dios para obtener resultados es trabajando. Escuchen lo que decía Jesús: “Mi padre hasta ahora trabaja, y yo trabajo” Juan 5:17

De la misma forma los apóstoles tuvieron una ética del trabajo correcta, ellos no querían recoger donde no habían sembrado. “El labrador, para participar de los frutos, debe trabajar primero” 2 Timoteo 2:6 “Porque también cuando estábamos con vosotros, os ordenábamos esto: Si alguno no quiere trabajar, tampoco coma”

Pretender recibir grandes ganancias sin que éstas sean el resultado de un trabajo esforzado, no es conforme al mandato apostólico que nos dice: “Y que procuréis tener tranquilidad, y ocuparos en vuestros negocios, y trabajar con vuestras manos de la manera que os hemos mandado” 1 Timoteo 4:11

El Antiguo Testamento también nos muestra el principio del trabajo como el medio por el cual obtenemos el sustento y la prosperidad. El pueblo hebreo iba a ser bendecido por Dios en la tierra prometida, pero esto estaba en estrecha relación con el trabajo. Solo cuando estaban caminando en el árido desierto Dios les proveyó el pan de una manera milagrosa, pero una vez estuvieran asentados en la tierra que Él les había prometido, no recibirían mas el maná (pan milagroso que descendía del cielo) sino que todos los judíos deberían trabajar la tierra con presteza, y en conexión con este trabajo la tierra iba a producir, Dios se encargaría de bendecir la tierra y el fruto de su trabajo, el fruto de sus manos. Dios no les dijo que tuvieran fe y se sentaran a esperar a que la tierra produjera los frutos, no, era deber de todos trabajar. Dios bendice el trabajo de las manos de su pueblo. “Y cuando entréis en la tierra, y plantéis toda clase de árboles frutales..” Lev. 19:23 “Y te amará, te bendecirá y te multiplicará, y bendecirá el fruto de tu vientre y el fruto de tu tierra, tu grano, tu mosto, tu aceite, la cría de tus vacas…” Det. 7:13

El pueblo de Dios fue instruido para trabajar de manera esforzada y confiar en que Él bendecirá ese trabajo. La ética del trabajo no nos permite descansar en métodos distintos para esperar bendición, incluso, tenemos cultura mafiosa cuando pensamos que Dios nos va a bendecir económicamente solo por el hecho de dar dineros a ciertos personajes religiosos que prometen infinidad de bendiciones a cambio de ofrendar a sus ministerios, esto es una especie de lotería cristiana, no dependemos ni confiamos en esas cosas. Somos llamados a dar con alegría para el avance del evangelio, y de manera especial a dar a los creyentes pobres, como consta en todo el Nuevo Testamento, pero nunca debemos esperar que recibiremos gran bendición si no nos esforzamos en desarrollar un trabajo honesto que glorifique al Señor.

Espero que estos pasajes, a través de toda la Biblia, nos hayan dado suficiente claridad para entender cuan necio somos al amar o desear acumular riquezas. Lo más preciado de nuestra vida no se relaciona con los bienes materiales o la comodidad, sino con los valores eternos que son reflejados en un carácter correcto, justo, legal. A lo mejor no tendremos muchos bienes en este mundo, pero nuestro nombre no aparecerá inscrito con los necios que se perdieron en el camino por el afán de tener más de lo que de manera honrada y a través del trabajo esforzado se puede recibir.



Si usted desea participar del foro que hemos abierto para tocar este y otros temas éticos, desde una perspectiva cristiana, les invito a ingresar al blog http://etica-desarrolloyvida.blogspot.com/

También puede visitar nuestro blog dedicado a preguntas y respuestas sobre pasajes difíciles de la Biblia: http://forobiblico.blogspot.com/

Ingrese al blog dedicado a analizar temas relacionados con la Iglesia, su fundamento apostólico, sus marcas, etc. http://academiabiblica1-juliobenitez.blogspot.com/

CÓMO ME VISTO

¿CÓMO ME VISTO?
Clara Agudelo

El atuendo en el hombre y en la mujer refleja las señales de los tiempos, de la cultura –lo que el hombre da de sí mismo-, de lo que ellos llevan en el corazón, de lo que piensan, y de lo que sienten, su oficio, dedicación y condición.
¿Cómo me visto?, ¿Qué reflejo con las prendas que uso?, ¿Cómo me puede definir aquel que me vea?, ¿Soy diferente o “adocenado -a-”?, ¿Qué me distingue?, ¿Qué quiero reflejar de mí?, ¿Cómo me siento cómodo -a-?, ¿Me aceptan por mi aspecto?, ¿Hago lucir la ropa o la ropa es la que me hace lucir?, ¿Me escondo o me exhibo?
¿Qué vemos ahora? Piel pintada, estirada, bronceada. Estamos todo el tiempo corrigiendo el diseño que tenemos en la nariz, color del cabello, abdomen, pigmentación, cuello, mejillas y la curva del ojo, cejas, vellosidad o calvicie. Todo está sujeto a cambio, pero ¿Estamos satisfechos? No.
¿Qué nos pasa? No es de lo externo de donde proviene la verdadera satisfacción con nosotros mismos, el gozo de vivir. Con frecuencia ni la familia, ni el cónyuge, o las posesiones, los títulos o los apellidos, ni la ciudad en la que vivimos, logran darle a nuestro semblante la belleza que da el contentamiento genuino y sincero.
Nuestro descontento no lo logra saciar sino la plenitud de lo que somos, el esplendor de nuestra humanidad de nuestro ser, hacer y tener. ¿De dónde provienen tales recursos?, ¿Qué hay que hacer?, ¿Adonde hay que ir para lograrlos? Hay que ir a nuestro interior, no a nuestro yo sino a la instancia superior interna, al encuentro con quien nos hizo, nos diseñó, nos hizo a su semejanza, a quien nos puso el mecanismo por el cual le conocemos; a quien nos dio de su mismo espíritu, que es precisamente quien nos viste con los ropajes esplendidos que ha preparado para darnos cobertura, no solamente para cubrirnos, sino vestidos que nos protegen, nos identifican y nos adornan.
Dios es de quien hablamos. Él nos hizo, y no nosotros a nosotros mismos, Él sabe de nuestra desprotección, flaquezas, temores, defectos y pecados, de aquello que necesitamos cubrir; solamente Él tiene la medida de lo que somos y de lo que seremos con Él y para Él. ¿Usted ha visto el encaje que forma el follaje de los árboles cuando se posa contra el cielo?, ¿Ha visto la vestimenta hermosa de las flores?, ¿El conjunto de formas y colores de los tejidos microscópicos de las piedras?, Pues si Dios hizo tales diseños para sus criaturas más pequeñas, que tienen uno o quince días de esplendor, o miles de años, ¿Qué cosas no habrá preparado para nosotros, “hechura suya”, según lo dice?
Él nos dará la dignidad de nuestros ropajes y cuidará de que los vistamos con propiedad. No como muchos esposos de nuestra época laxa, quienes permiten que sus esposas exhiban su humanidad a todos aquellos que quieran deleitarse con quien está reservada sólo para sus ojos. Muchas mujeres de ahora, en ese afán de querer parecer desvestidas sin desnudarse (extraño afán), dejan su decoro al límite ligero de la decencia ciudadana, que cada día se va relajando más, sin reservarse ya casi nada para la intimidad de sus cuartos con la persona amada.
¿Qué esperar?, ¿Ver correr las modas fugaces y lo que el mercado de la confección necesite para mantener vigentes las ganancias de su “business”? Seamos razonables. Nuestra autoestima por el vestir no puede provenir de quien no nos conoce sino por la estadística de las ventas productivas; el propio concepto de lo que somos procede con verdad y seguridad de quien nos hizo, de Aquel que nos da cada latido del corazón, de quien ha preparado cada bocanada de aire que respiramos, del que nos conoce a tal punto que sabe cuál será el último de nuestros días, y que supo de nosotros desde mucho antes de que existieran el tiempo y el espacio.
¿Quién mejor que Él? Él tiene vestiduras reales para cada uno de quienes le amamos –le conocemos- de hecho, en espíritu y en verdad. No son meras telas que se decoloran con el límpido o que se llenan de motas en la lavadora, o que pierden su forma al secarse colgadas al sol, o que “pican” por las fibras ásperas que componen el tejido, o se queman con la chispa de un cigarrillo. Él ha ordenado todo el catálogo de atuendos para sus elegidos, con todo detalle, cosas que ojos no han visto, de diseño exclusivo.
¿Quieres tu participar en esa colección que tendrá una vigencia y una belleza únicas? Búscalo donde Él está, ponte a Sus órdenes y sigue Su consejo, y le oirás decir: “…vístete tu ropa hermosa”.

Importancia de principios y valores

Vivimos en un mundo que crece aceleradamente en el ámbito económico, científico y tecnológico pero se ha quedado corto en el desarrollo y aplicación de los valores humanos.
Estos valores son implantados en todas las personas por el Creador. Entiéndase por valores todo lo que es de valor para una persona. Es decir, lo que él y ella interiorizan a partir de sus expectativas, la formación familiar y la convivencia social. Los valores se aprenden y se forman como estructuras en cada persona. Hay valores personales, familiares, sociales, religiosos.

Sin embargo, el comportamiento desobediente a las normas Divinas dañó toda la humanidad y ocasionó estancamiento y alejamiento de los propósitos eternos y trascendentales delineados para nuestra felicidad y realización. Por tal motivo, se hace necesario indagar, conocer y descubrir los aspectos indispensables para una convivencia armónica, tales como valores morales y éticos que nos posibiliten crecimiento y acercamiento a Dios, al prójimo y a nosotros mismos. La interiorización y vivencia diaria de estos principios nos permitirá llenar las expectativas de las exigencias modernas.

Los principios son los lineamientos que establece la persona para su actuar diario. Algunos de estos son universales, otros culturales y otros son el resultado de una nueva vida en Jesús. Los valores no como teoría, sino como práctica se establecen como principios rectores o lineamientos de nuestro comportamiento.

La sociedad actual vive muy preocupada por presentar una educación moderna, brindar comodidad, bienestar a todo nivel y contribuir a nuevos descubrimientos. No obstante, los seres humanos como personas integrales, con sensibilidad, voluntad e intelecto no se encuentran satisfechos. Cada día se incrementa el número de problemáticas sociales, familiares y personales, las cuales se exteriorizan de múltiples formas.

Una de las formas como se exterioriza está perdida de valores y principios de vida éticos, es la violación y el abuso sexual, incluidas todas las formas de maltrato y violencia intrafamiliar, en especial, contra niños, mujeres, ancianos y personas en desventaja.

Es imprescindible que revisemos los principios de conducta, comportamiento y educación que todos hemos recibido. Algunos de estos deben ser modificados por principios de respeto a la vida, promoción de la dignidad humana y respeto a la autoridad. Claro está, esto no será posible hasta tanto, todos volvamos nuestra mirada al Creador y Sustentador de todas las cosas, a quien debemos de dar cuentas.

Este artículo llama la atención a volver a nuestro Creador para que nuestras prácticas éticas y morales sean acorde a la voluntad suprema y de esta forma, podamos vivir en una sociedad más armónica, justa y solidaria. De lo contrario, estaremos cada día caminando en abierta contravía a sus lineamientos, y por tanto, aguardando la reprensión justa debida a nuestro extravío, la cual vendrá retributivamente a quienes sabiendo hacer lo bueno no lo hacen, si no que se deleitan en hacer lo malo de manera responsable.
Por: Ismael Quintero Rojas

DMG

D M G

Hablando de tales problemas que ha generado D M G, pone en la mesa serias reflexiones a los que hemos estado a la expectativa viendo el desarrollo de todo este caos.

Ya deberíamos estar hastiados de tanto 'mesías' que se levanta con populismo prometiendo Dar Muchas Ganancias y deberíamos ya estar curados de ese mal, pero cada generación tiene su 'mesías' y cada generación los levanta y adora.

Un país amante del dinero fácil, un país codicioso y avaro, que critica y marcha contra el paramilitarismo porque son organizaciones a la par de la institucionalidad, pero que invierte dinero y apoya organizaciones que nada tiene que ver con la institucionalidad. Un país que no le importa el ser humano, que toca convocarlo con tres meses de anticipación para marchar por la paz, pero que organiza una marcha numerosísima en cuestión de horas, por el dinero.
Es el país de la Doble Moral Generalizada, que combate y critica a los demás solo porque no es su propio caso, porque si lo fuera (como está visto), apoya la ilegalidad y grupos al margen de la institucionalidad.

Pero más claramente se puede ver que el Delito Más Grave, no es el que se hace contra la institución o contra el bolsillo de los incautos, deberíamos considerar el delito que se hace a la propia alma de quienes organizan o se involucran en esto:

La sentencia de la Biblia, la voz de Dios es clara…Porque los que quieren enriquecerse caen en tentación y trampa del Diablo…Raíz de todos los males es el amor al dinero…

Grandes problemas nos habríamos ahorrado si siguiéramos la sencilla sentencia de Dios, por la Biblia que: trabajando diligentemente comamos nuestro propio pan…

Dios Manda Guiarnos por su palabra y Él mismo advierte el peligro del alma al querer enriquecerse, al pretender ganancias fáciles, al amar el dinero por sobre todo. ¡A trabajar diligentemente amigos! No es el camino más fácil, pero es el camino más seguro, el de la obediencia, el que honra a Dios y nos trae verdaderos y tranquilos beneficios.

A este caos y en vista de las consecuencias y sobre todo del peligro para la integridad moral de este país, solo hay una conclusión: Dinero Mal Ganado.

Por eso reflexionando más calmadamente, prefiero ser más humano y menos materialista, prefiero que los valores de la vida, la ética, la obediencia no se dejen quitar de allí y en un impulso egoísta, estos valores sean sometidos al materialismo, la codicia y la avaricia, cosas que al seguir muchos naufragaron en sus vidas.

Dios Me Guie siempre para no ver el bien en monedas multiplicadas sino en Jesucristo, quien Es, Era y ha de venir.

jueves, 13 de noviembre de 2008

Asesinos de hijos

Colombia fue el epicentro de una de las noticias más aterradoras de los últimos tiempos (lamentablemente parece que somos muy eficientes en ello), se trató del salvaje asesinato de Santiago Lozano, bebé de unos cuantos meses, a manos de su propio progenitor. Tal acción conmocionó aún las más profundas fibras del país, un país como el nuestro, tan salvajemente aporreado que ha perdido la capacidad de aterrarse de algo.
¿Está cambiando la moral en Colombia? Pareciera que una luz de esperanza se abre en la densa niebla de la violencia colombiana. Más sin embargo, so pena de ser tildado de negativo, creo que no podemos estar muy optimistas al respecto. ¿La razón? Ese mismo país que está dispuesto a abrir un debate sobre la pena capital en caso de genocidios como el de Santiago, es totalmente indiferente, por no decir generador, de miles de asesinatos infantiles.
La actual ley colombiana permite el asesinato de bebés indefensos que se encuentran en el vientre de sus madres, que no pueden gritar, defenderse, llorar siquiera; y que no son ahogados, sino mutilados o arrancados vivos del útero donde fueron engendrados.
¿Cómo castigar a un padre homicida, y promover miles de madres asesinas? ¿Cómo escandalizarse por la muerte de un bebé, pero aceptar y hasta solicitar la muerte de miles de ellos por cualquier causa?
No creo que la conciencia de las madres que matan a sus hijos se acalle con el subterfugio que esa “masa de células” no es en realidad un ser vivo, y que por lo tanto no es un bebé, y por tanto no se puede catalogar como asesinato. Ojalá que tampoco se pudiera acallar la conciencia de quienes promovieron y lograron tal legislación, pero me temo que ellos, ya no tienen conciencia que ser apaciguada, rato hace que el cayo no les permite dolerse por cosa alguna que no sea sus bolsillos y su carrera por el poder.
Soñamos que algún día, los millones de colombianos que marchamos por una Colombia libre del secuestro (se presume en 3000 el número de secuestrados en Colombia aproximadamente por año ), marchemos para que se detenga el genocidio de niños indefensos (400 mil al año , sin contar la inmensa mayoría, de cuya información no hay datos estadísticos); ese día, el rayo de luz de esperanza para Colombia será verdadero.
No podremos jamás llamarnos seres inteligentes, agentes morales que diferencian el bien y el mal, que miramos con horror las costumbres de sacrificios humanos, campañas de exterminio masivo como el holocausto nazi; y al mismo tiempo, ser indiferentes a la tragedia actual. Si a actos como los anteriores los llamamos genocidios, barbarie, holocausto, se agotan los adjetivos para describir la realidad del aborto.
Todos aquellos que nos conmovemos por la injusticia, no podemos menos que batallar para que acabe esta hecatombe, no solamente en nuestro territorio, sino en el mundo entero.